La terrible estadística que señala 3,3 millones de muertes al año en todo el mundo, como consecuencia de accidentes viales habla de muchísimas muertes que podrían haber sido evitadas.

Investigadores japoneses desarrollaron una tecnología que puede colocarse en el asiento de un coche y detectar si el conductor se encuentra ebrio, bajo el efecto de alguna droga o si se está quedando dormido al volante.

Este sensor también puede colocarse en una cama y permite avisar si el pulso de un paciente empieza a ser irregular o si éste está sufriendo un infarto, según el informe de especialistas de la Universidad de Hiroshima, la Universidad de Tokyo y la empresa Delta Tooling.

El dispositivo detecta el sonido y la vibración que produce el sistema cardiovascular a través de la espalda, gracias a un micrófono integrado en un complejo entramado de tejido espumoso, es decir, el respaldo de un asiento.

El entramado permite captar con claridad la onda del pulso aórtico (la mezcla de sonido y vibración que genera el sistema cardiovascular en la piel) sin que interfiera ruido externo.

Las posibilidades que avisoran los responsables de esta herramienta hablan de alertar cuando se producen variaciones o irregularidades propias del consumo de alcohol o las drogas, la somnolencia o un fallo cardíaco.