Hace unas semanas, el Gobierno oficializó la actualización del comercio “puerta a puerta”, que como consecuencia, pone en riesgo a unos 300 mil puesto de trabajo.

El servicio consiste en una importación sencilla, casi sin aranceles y con precios contra los que la industria nacional no puede competir. Los usuarios pueden realizar hasta cinco compras por año a través de Internet, las cuales son enviadas a su domicilio.

En medio de la fuerte caída de la industria nacional, a partir de la apertura de las importaciones, esta metodología representa un nuevo golpe al sector, ya que de acuerdo con proyecciones de la Asamblea de Pequeños y Medianos Empresarios (APYME), hay cerca de 300.000 puestos de trabajo en peligro.

La información publicada por el sitio El Destape indica que el rubro textil es el más amenazado, con 200.000 empleos directos e indirectos en riesgo. El sector sufre una baja de la producción del 30 por ciento actualmente.

En tecnología y telecomunicaciones las ventas se derrumbaron 20 por ciento en el último trimestre, por lo que estiman que con el "puerta a puerta" se incrementará la caída al 37 por ciento, lo que derivaría en que se produzcan entre 72.000 y 92.000 despidos y suspensiones.

En calzado, según APYME, se estima un cierre del 15 por ciento de micro y pequeñas empresas. Esto impactará a entre 4.000 y 6.000 trabajadores directos, además de entre 1.800 y 2.700 indirectos.

Por último, el cuarto sector más afectado por las importaciones es el de juguetes nacionales, donde la Cámara empresaria prevé la desvinculación de 1.500 operarios.