"Esta foca gris llegó y cinco minutos después de la nada empezó el contacto" relató Gary cuyo video no deja de viralizarse.  "Soy un buzo experimentado pero nunca me había pasado algo como esto", destacó.

Claramente el animal no le tenía miedo a Gary más allá de ser una foca viviendo en estado salvaje y sacó provecho al obtener unos tiernos mimos como si fuese un perrito.