Los buceadores, que nadaban en las profundidades de la bahía de Botany (al sur de Sidney), se sorprendieron al ver al escualo dirigirse hacia ellos con un gran anzuelo incrustado en su boca, informa el portal 'Daily Mail'.

En un primer intento los exploradores marinos no lograron quitarle el anzuelo, por lo que el tiburón se alejó. Pero inmediatamente regresó y entonces los buceadores lograron inmovilizarlo. Finalmente, con la ayuda de un cuchillo lograron romper una parte del cebo artificial de pesca.