Los protagonistas del acalorado momento fueron Sergiu Tofilat, exasesor de la presidenta, Maia Sandu, y Ghenadie Cosovan, quien fuera viceministro del Interior en Moldavia.

Tofilat y Cosovan iniciaron una acalorada discusión donde los insultos fueron subiendo de tono al punto que el exasesor de Sandu le arrojó un vaso de agua en la cara a Cosovan, quien luego recibió toda la furia de Tofilat en una serie de golpes de puños que hicieron que los demás invitados salieran del estudio y el agredido cayera desmayado a consecuencia del ataque del político más joven.

La escena, fiel reflejo del tenso momento político que vive el país luego del arrasador triunfo del partido de la presidenta en el parlamento, que la dejó con el control total del gobierno en desmedro del partido del expresidente socialista moldavo, Igor Dodon.

La cosa terminó bien, con un apretón de manos, un pedido de disculpas y el compromiso de no iniciar acciones legales por la agresión.