El fotógrafo especializado en la vida salvaje, Amos Nachoum, de 64 años, se encontraba buceando en el Delta de Okavango, en Botswana, al sur de África, cuando se vio sorprendido por el ataque de un cocodrilo que, sin querer, chocó con el palo que sostenía la cámara GoPro e instintivamente la tomó con sus mandíbulas.


Después de estar 15 minutos luchando, no hubo manera de recuperar la cámara, ya que se encontraba atorada entre los dientes del cocodrilo. Luego, el animal se perdió entre las nubes de barro.