Ocurrió en Fortaleza, Brasil, donde una mujer de 34 años vio que sería alcanzada por el fuego que incendiaba su edificio y decidió saltar por la ventana a quemarse con las llamas.

La chica primero estuvo de pie y luego se sentó al borde de la ventana, en tanto que uno de los bomberos que participaron del rescate le hablaba, desde una ventana adyacente, e intentaba convencerla de que no salte.

La negociación con la mujer duró alrededor de media hora sin resultado exitoso, por lo que otro bombero, desde una ventana superior, descendió y empujó a la mujer con sus dos piernas hacia dentro de la habitación.