Esto puede representar, quizá, el futuro de la arquitectura o, mejor dicho, el fin de la misma. La realidad es que la tecnología alcanza niveles imperceptibles.

En China comenzaron a realizar casas con impresoras 3D, que se pueden hacer en cuestión de horas y tienen un costo muy por debajo de lo normal: sólo te salen 4.000 euros.

De esta manera, la empresa china Winsun Decoration Design Engineering Co logró construir 10 viviendas en menos de 24 horas en el distrito de Qingpu, Shanghái.

A través de una impresora 3D gigante lograron hacer casas que están formadas por dos alturas y cuentan con 32 metros de largo, 10 de ancho y 6,6 de alto.

La impresora tiene 150 metros de largo, 10 de ancho y seis de alto, fue construida en 12 años y está valorada en 3,2 millones de dólares.