Luego del accidente las investigaciones de la policía rusa determinaron que el conductor estaba sobrio, pero sus acompañantes no. Uno de ellos fue el que acercó un encendedor a la entrada del depósito de combustible, por lo que el auto se incendió de inmediato. Requeridos por la prensa local los culpables del incidente declararon que desean compensar al propietario del establecimiento.