Ocurrió en San Miguel de Tucumán pero podría haber pasado en cualquier esquina. Lo diferente del video en esta situación es que no se trata de cámaras de seguridad sino que es el propio damnificado el que graba la secuencia.

Para darle más dramatismo, se escuchan sus gritos y golpes a una cacerola para alertar a los vecinos de que le estaban robando la moto ante sus ojos.