Se llama Megan Huntsman, tiene 39 años y se declaró culpable por el asesinato de sus seis hijos recién nacidos y que los cuerpos los escondió en la cochera. El 20 de abril se dicta su sentencia que, adelantan, seguramente será perpetua.

Si bien aceptar el crimen le reduciría la pena a cinco años, el fiscal del condado de Utah, Jeff Buhman, sostuvo que "quedaríamos asombrados si alguna vez logra salir".

Los restos de los bebitos los descubrió el exesposo de Huntsman, Darren West, en abril de 2014. Él juntaba sus cosas en la casa que compartían en Pleasant Grove. Luego de hallar el primer cuerpo en una pequeña caja de cartón llamó a la policía. Autoridades hallaron los restantes, siete en total, uno de los cuales, al parecer, murió en el parto.

Huntsman afirmó ante la policía que estranguló a cada uno de sus hijos. Entre 1996 y 2006, fue asfixiando uno por uno y los depositó en una caja durante ese período. Dijo a los investigadores que en ese tiempo era adicta a la metanfetamina y no quería hacerse cargo de los bebés.