Laura Singer de 23 años asegura que encontró la manera de no generar consumo cambiando su rutina y hábitos.  "No produzco basura. Nada. Sé lo que estás pensando. Esta chica debe ser una hippie total. O una mentirosa. Pero puedo asegurarles que no soy ninguna de esas cosas", se presenta en su sitio web.

Lauren estaba cursando Estudios Ambientales en la Universidad de Nueva York cuando se dio cuenta que su estilo de vida no respetaba sus ideas. Pero el proceso no fue simple ni rápido.

"Primero, dejé de comprar productos envasados y comencé a llevar mis propias bolsas y jarros para llenarlas con productos a granel en el supermercado. Dejé de comprar ropa nueva y comencé a comprar sólo cosas de segunda mano. Aprendí a preparar mis productos de limpieza y belleza. Reduje mis posesiones al vender, donar o regalar las cosas superfluas de mi vida tales como todas menos una de mis seis idénticas espátulas, 10 pares de jeans que no había usado desde la secundaria y un trillón de artículos decorativos que no tenían ningún significado para mí en lo absoluto", explica en su blog.

"Comencé a planear potenciales situaciones que podrían generar desperdicios. Comencé a decir “NO” a cosas como sorbetes en mis cocktails en bares, a bolsas de plástico o papel en tiendas y a recibos. Por supuesto, esta transición no sucedió repentinamente un día. Este proceso tomó más de un año y requirió mucho esfuerzo. La parte más difícil fue mirarme duramente a mí misma –una especialización en estudios ambientales, el brillante faro de la sustentabilidad– y comprender que no vivía de una forma que se correspondiera con mis valores", relata  Lauren.

Algunos de los cambios que dice haber logrado  con su nueva vida:

- Ahorra dinero: "Ahora hago una lista de compras cuando voy al supermercado, lo que significa estar preparada y no tomar artículos costosos impulsivamente. Adicionalmente, la compra de alimentos a granel significa no pagar por el embalaje. Cuando se trata de mi vestuario, no compro ropa nueva; compro en tiendas de segunda mano, por lo que obtengo mi ropa a un precio muy rebajado".

- Se alimenta mejor: "Desde que compro alimentos no envasados, mis opciones de comida no saludables son realmente limitadas. Me alimento de muchas frutas y vegetales orgánicos, granos enteros  y legumbres, así como mucha comida local de temporada, dado que los mercados de agricultores ofrecen increíbles productos no envasados".

- Es más feliz: "Ahora, una típica semana en mi vida involucra un viaje al supermercado para comprar todos los ingredientes que necesito. Este viaje no es solo para alimentos, sino también para productos de limpieza y belleza, dado que todas las cosas que uso ahora pueden hacerse con ingredientes simples y cotidianos. No sólo es más fácil y libre de estrés, también es más saludable ¡Sin químicos tóxicos! Nunca anticipé que elegir activamente no producir desperdicios haría que aumentara mi calidad de vida".

Si bien asegura que cuando tiene relaciones sexuales usa preservativos y esa sería la única "basura" que estaría generando... Un poco difícil de creer.