Un grupo demasiado numeroso de jóvenes decidió subirse a un yate para festejar, no respetaban la distancia social, porque de hecho estaban amontonados y ninguno usaba barbijo.

Los niños ricos que participaron de la fiesta que casi termina en tragedia pero el peligro no terminó ahí sino que es probable que alguno de ellos lleve el virus a su casa, ayudando a la propagación del virus lo que constituye un delito contra la salud pública.