“¿Jura usted por la Patria?”, le preguntaron a ‘Oreo’ al tomarle juramento en el Poder Judicial de Neuquén, donde ahora el can comenzará a formar parte de la Terapia para Asistencia Judicial. 

Si bien parece un chiste al principio, todo tiene su explicación: el perro de raza Labradoodle se incorporará como una herramienta terapéutica dentro del programa que acompaña a niños y niñas que hayan sido testigos o víctimas de un proceso penal traumático. 

En el Ministerio Público explicaron que quieren lograr un ambiente de contención para que aquellos niñes o adolescentes que deben afrontar algún hecho de violencia o abuso, vean a la mascota como un apoyo sentimental. 

Se trata de un recurso terapéutico válido para aquellos niños y niñas que asisten a las entrevistas en Cámara Gessel, y se implementa desde junio de 2021. 

Según informaron desde el ámbito judicial, se evidencian muestras de la reducción de la ansiedad y el miedo, frente a la experiencia que supone dar un testimonio.