El hombre se negaba a ponerse el barbijo y el colectivero tuvo que llamar a la policía.

En un primer momento el sujeto argumentaba que tenía un certificado que lo habilitaba a no usarlo, luego alegó que era inconstitucional pero después de una larga discusión finalmente fue bajado de la unidad aunque retraso a todos los pasajeros.

El colectivero contó que se tiene que enfrentar a estas situaciones a diario y no es de extrañar en un país donde no se respeta un decreto de necesidad y urgencia para cuidar la salud de los ciudadanos.