Parece un deja vu, pero es real. Israel empieza a mostrar cómo puede ser la vida cuando avanzan las campañas de vacunación. 

Con solo dos centenares de pacientes en grave estado en las unidades de terapia intensiva y más de la mitad de la población con dos dosis de la vacuna, en las calles ya se puede salir sin necesidad de usar barbijo.

Aun es necesario dentro de establecimientos cerrados y aglomeraciones al aire libre, pero el regreso a la 'vieja normalidad' aparece en el horizonte.