Aníbal Lotocki, el médico que está en el centro de la escena por estas días, sufrió una movilización en la puerta de su casa en reclamo de justicia tras la muerte de Silvina Luna y otros tantos de sus pacientes.

Él y su pareja se quedaron atrincherados en la propiedad mientras decenas de personas reclamaban con carteles pidiendo justicia por las muertes que se dieron tras sus polémicas prácticas médicas.

Horas más tarde, María José Favarón, esposa del médico escrachado, salió a quitar los carteles que habían pegado en la fachada de la casa ubicada en Vicente López, y fue consultada por una periodista. 

La mujer se quejó por el escrache que sufrió su esposo, y afirmó que tienen que reclamar en otro lado y no “destruyendo casas”.

Un momento tenso se generó allí con algunas personas que quedaban en el lugar y con los periodistas que cubrían la noticia.