El 16 de septiembre de 1976 y en días posteriores, un grupo de estudiantes secundarios platenses fue secuestrado, torturado y luego asesinado por efectivos del Batallón 601 del Servicio de Inteligencia del Ejército y de la Bonaerense en la ciudad de La Plata.

A 39 años de aquel hecho recordado como la Noche de los Lápices y teniendo en cuenta que la currícula escolar prevé actividades conmemorativas, las autoridades de la Escuela Normal Nº 1 de La Plata, decidieron hacer un simulacro de golpe de Estado.

Así, tras formar a todos los alumnos en el patio, la vicedirectora Irene Satas les anunció que se habría producido "un golpe de Estado en el país" y que "a partir de este momento van a cambiar muchas cosas".

Los chicos, por supuesto, desconocían que se trataba de un simulacro y, como padres y alumnos comentaron, varios se pusieron a llorar, varios reían, varios se descompusieron y la mayoría se asustó. Pasaron algunos minutos hasta descubrir que se trataba de una teatralización de un golpe destinada a concientizar a los chicos.

"Buscamos eso", dijo Nazareno, miembro del centro de estudiantes, del que partió la idea compartida por los docentes y autoridades: "que los chicos sintieran, en alguna medida, lo que sus padres, tíos o conocidos sintieron hace 39 años. Buscamos un impacto para tomar conciencia, a sabiendas de que a algunos podía gustarles y a otros no", agregó.

Muchos padres y muchos alumnos, sin embargo, no piensan lo mismo, mostrándose indignados con la iniciativa de la que ahora trascendió la grabación.

Las opiniones, al parecer, están divididas.