Florencio Randazzo señaló que los padres de los menores responsables de las pintadas en los nuevos trenes del ferrocarril Sarmiento deberán hacerse cargo de las acciones de sus hijos; una medida que sería avalada por la ley en el ámbito civil aunque no en términos penales.

El ordenamiento legal vigente establece que "el padre y la madre son solidariamente responsables de los daños causados por sus hijos menores que habiten con ellos y que en caso de que los padres no convivan, será responsable el que ejerza la tenencia del menor".

En caso de que la Justicia avale la decisión tomada por el ministro Randazzo, los padres de los menores atrapados en el acto vandálico deberán hacerse cargo de los costos de la reparación.

"Hay una causa penal iniciada ayer y ordené una denuncia por daños y perjuicios contra los padres" de los acusados, explicó Randazzo, aunque aún queda por determinarse si la Justicia dará curso a esta denuncia.

La mirada de un graffitero

En el programa radial Ácido, Lucas defendió la actitud de sus "colegas" en la pintada de un vagón de los nuevos trenes, acción que fue duramente criticada por el ministro de Transporte.

Lucas integra un grupo de graffiteros que considera que pintar trenes, subtes y muros de la ciudad de Buenos Aires es una manera de expresarse artísticamente y sostuvo en radio Vorterix: "Pintar trenes es el punto máximo al que aspira un graffitero", como si se trataran de un trofeo que todo graffitero que se precie debería tener.

“Los de los trenes está más enfocado a pintar los modelos nuevos, yo pinto trenes y subtes, el que me falta conseguir en el más preciado en este momento y el más preciado en este momento son los trenes nuevos”, dijo Lucas en el programa radial.

“Esos pibes que pintaron los trenes nuevos deben ser nuevos en esto, y pintar esos trenes es muy preciado" y agregó "para los que pintamos graffitis, un tren en Argentina se valora mucho más que pintar una persiana en Cabildo. Yo tengo una gran obsesión de pintar todos los modelos de trenes que existan en el país".

En cuanto a las acusaciones de vandalismo,  Lucas señaló que "nosotros lo podemos llamar arte pero sabemos que es vandalismo. Mucha gente se lo toma como arte y otra gente se lo toma como escracho".

"Antes de pintar hacemos todo un trabajo en la zona para ver el movimiento, para que no nos agarren. Hay compañeros que se comieron garrones bastante grandes cuando los descubrieron", señaló el grafittero y expresó:  "No sé porque se preocupan tanto por los trenes que se pintan, si primero se tienen que preocupar por que anden bien".