Mariela Ayala cumplió 31 años el 6 de junio de este año y decidió realizarse una liposucción de abdomen. "Era un autorregalo por mi cumpleaños", dijo al diario Infobae. Pero todo salió mal y amaneció de la anestesia con una pierna menos. 

Mariela fue a un médico especialista en cirugía plástica, estética y reparadora, con el que decidió llevar adelante la intervención pero a los pocos días debió asistir de urgencia a la guardia del Hospital Churruca, por fuertes dolores en la espalda y allí descubrieron una enorme infección en su cuerpo, que obligó a los médicos a realizar una amputación a la altura de la tibia.

El principal acusado es el cirujano plástico, extranjero, que realizó la operación en el quirófano de un instituto de Colegiales. Por la intervención, Mariela pagó 30.000 pesos, una cifra mucho menor a lo que sale esta operación, según expresó su defensor.

"Me dio un recibo por una parte que fue la que aboné con tarjeta, del saldo en efectivo no tengo comprobante", explicó Ayala.

Es que pocos días después de la operación "empecé a sentirme mal, se me hincharon las piernas y me dolía muchísimo la espalda. Estuve en coma diez días y ellos decían que no podía salir con vida, les decían a mis papás que se despidieran, porque no pasaba la noche. Eso pasó tres veces".

La mujer se despertó el 4 de julio sin una parte de su pierna. "Fue horrible, parecía una película de terror. No entendía nada. Ver el espacio que me faltaba del otro lado de la pierna... Tuvieron que venir las enfermeras, porque me agarró un ataque".