El hecho se desató en la mañana de este lunes en el barrio Provincias Unidas de la capital neuquina, donde un efectivo policial de la provincia ingresó y mantuvo como rehenes a once personas, entre empleados municipales y vecinos que concurrieron para realizar algún trámite.

El hombre, en tanto, habría disparado al menos dos veces antes de pedir a todos los presentes que abandonen el lugar.

Luego, fue dejando salir del lugar a grupos de personas, entre ellos, una mujer embarazada que sería su expareja, quien lo habría acusado de violencia familiar.