El negocio de comidas rápidas KFC expulsó a una nena de tres años por las cicatrices en su cara. Un empleado se acercó a su abuela y les pidió que se retiraran porque "la cara de la niña molesta a los clientes". Victoria tiene marcas porque hace pocos meses varios pitbulls la desfiguraron.

Después de una visita médica su abuela Kelly Mullins la llevó a dicho restaurante en Jackson, Mississippi. "Yo ordené un té dulce grande y su puré de papas porque estaba hambrienta", contó la abuela a WAPT, medio afiliado a CNN, que luego publicó la historia.

"Ella estaba con una sonda en ese momento, pero pensé que sólo podría tragar (el puré). Ellos nos dijeron: 'Tenemos que pedirles que se retiren porque su cara molesta a nuestros clientes'. Victoria entendió exactamente lo que dijeron y lloró todo el camino a su casa", sostuvo su abuela.

La nena que tan solo tiene tres años no se anima a salir a la calle por sus cicatrices y ya está preocupada por su aspecto físico. "Cuando vamos a una tienda, ella no quiere ni siquiera salir (del auto). Está avergonzada por su apariencia. Está avergonzada y odio eso porque no debe ser. No es su culpa", agregó.

En abril Victoria Wilcher fue atacada por tres perros pitbull. Los canes mordieron a la niña en todas partes del cuerpo, pero especialmente en la cara. La pequeña perdió la movilidad del lado derecho y la vista de su ojo. Los tres perros fueron sacrificados.

El caso se hizo conocido a través de las redes sociales y la página de Facebook ya suma 85.000 "me gusta". Con tanto empuje, los usuarios pidieron un boicot y la cadena de comidas se disculpó ese mismo día e indicó que donará 30.000 dólares para apoyar los tratamientos de la nena.