Es lamentable que los chicos discriminen a sus compañeros por cualquier razón, pero aún es más grave que los padres respondan esa violencia utilizando comentarios con idéntico objetivo: el de ofender a un semejante por su condición social o color de piel.

Además, es imposible dejar de observar que si el caso fuese al revés -como pasa en un porcentaje importante de los casos- este episodio probablemente no hubiese trascendido hasta la pantalla de Canal 13. Aquí muestran su preocupación por el insulto "blanco de mierda", pero a los casos en que el calificativo es "negro de mierda" su nivel de interés se reduce drásticamente.

El chico de 9 años se encuentra internado en el hospital Piñero tras haber recibido una brutal golpiza por parte de un compañero de colegio, que le provocó una hemorragia cerebral.