Es el riesgo de las pseudociencias, del camino espiritual tomado como sustituto de la medicina, la psicología o la psiquiatría. El abuso de títulos como terapeuta, clínica o tratamiento, de parte de personas que no tienen ninguna formación.

Esto ocurrió con Marcelo Teto Medina, quien tras pasar por situaciones límites por sus problemas de adicción, se presentaba como operador socioterapéutico especialista en adicciones: “Trabajo en comunidades terapéuticas con chicos que tienen adicciones; contamos nuestro testimonio y por otro lado, les contamos sobre la problemática del tema”.

Pero la titular de la Sedronar, Gabriela Torres, tiene otra mirada de este fenómeno de clínicas clandestinas de rehabilitación y su organismo junto a la Subsecretaría de Salud Mental del Ministerio de Salud están intervinieron en los predios del centro "La Razón de Vivir", ubicados en las localidades de Berazategui y Florencio Varela, en la zona sur de la provincia de Buenos Aires.

Allí encontraron más de 50 personas y según sus palabras “no existe ningún equipo técnico: no hay un toxicólogo, no hay un psiquiatra, no hay un psicólogo permanente, no hay un médico, no hay una trabajadora social, y las personas internadas no podían comunicarse con sus familias y trabajaban de forma no remunerada, terminando la casa del director del centro”.

Torres agregó: "La red Sedronar casi se triplicó desde que empezamos esta gestión. Nosotros hoy tenemos más de 800 lugares, son gratis. Insistimos en que ante cualquier problema de consumo llamen al 141 y podemos acompañarlos".