La polémica se generó cuando una joven llamada  Breanna Mitchell visitó el sitio que fue  el campo de concentración de Auschwitz y se sacó una selfie sonriendo y publicando además la foto con una carita feliz en su cuenta de Twitter.

La foto se volvió viral, con cientos de usuarios criticando su "alegría" y "su falta de respecto" a los miles de muertos generados por el plan sistemático de exterminio nazi.

El debate se centra en por qué es necesario mostrar todo el tiempo con fotos (y autofotos) aquello que estamos haciendo, incluso en lugares inapropiados como funerales, hospitales, accidentes, etc.

Otros ejemplos de "selfies" desubicadas:

"Selfie" en una cámara de gas de Auschwitz- Nótese que entre los hashtags del usuario figura "respeto".

Una "selfie llevada a niveles radioactivos" según este usuario.

Sonrisas en el lugar donde derribaron las Torres Gemelas.

Selfie donde se ve el accidente automovilístico de otra persona.

Autofoto con una persona durmiendo en la calle.