En la Ciudad de Buenos Aires, los quirófanos están colapsados: listas de espera, falta de médicos, falta de insumos, de camas... falta de política.

Para colmo, los últimos recortes del gobierno porteño en Salud no ayudaron a esta situación que muchos marcan de crítica, otros de preocupante, pero de la que podrás sacar tus conclusiones a través de este relevamiento, publicado por Diario Z..

Por ejemplo, en el Hospital de Niños Ricardo Gutiérrez, hay más de 2500 chicos en lista de espera, cinco de diez quirófanos están habilitados para funcionar, y los tiempos son inadmisibles: las esperas de cirugías no urgentes son de más de un año en algunos casos.

Lo mismo sucede en el Argerich, el Santojanni y el Ramos Mejía, donde faltan anestesias, camillas y hasta luces. En el primero de éstos, por ejemplo, en seis años las consultas bajaron en un 22%.

El Santojanni perdió 13 mil consultas quirúrgicas en seis años, y según un informe del legislador Gustavo Vera, el estado de los quirófanos es "pésimo", donde hay sólo tres anestesistas de planta.

La situación no es diferente en el Penna, donde la demora es de por lo menos ocho meses, en el Durand, donde en octubre de 2013 el ministerio de Salud porteño recortó las suplencias de guardias y faltan cardiólogos, o en el Vélez Sarfield, donde de más de 100 camas funcionan sólo 20, y es uno de los establecimientos más perjudicados.

El Pirovano, el Fernández, y la lista se extiende. Desde el gobierno porteño no hay respuesta, sino por lo contrario, hay recortes y falta de atención en las políticas públicas para mejorar la salud.