Ryland, que hoy tiene 6 años, nació con cuerpo de niña. Entre los 3 y los 5 años, su manifestación de masculinidad fue irreversible. Aunque esa no fue la única dificultad: Ryland nació sorda, por lo que se le pusieron implantes con los que aprendió a hablar y comunicarse.

Sus padres cuentan cómo fue la agitada historia que les tocó pasar, al descubrir que la niña era en realidad transgénero.

Al informarse, conocieron la preocupante cifra de intentos de suicidio que los transgénero sufren por la discriminación social: el 41% de las personas que nacieron en un cuerpo equivocado intentaron alguna vez quitarse la vida.

"Nuestra esperanza es que nos escuchen y que este mundo sea un lugar con más amor y aceptación para Ryland y la comunidad LGBTQ", expresaron los padres orgullosos.