Kristina Pimoneva, de 8 años, proveniente de  Moscú, Rusia, camina por las pasarelas desde que tiene cuatro años. A los siete fue portada de la prestigiosa revista Vogue Bambini y fue la cara de marcas como Roberto Cavalli, Dolce & Gabbana, Armani  y Benetton, entre otros.

La pequeña tiene una hermana que se llama Natalia, de 15 años,  que estudia en Inglaterra. Su padre es un futbolista retirado, mientras que su madre, exmodelo, se dedica a pasar el tiempo con ella y formando su carrera de modelaje.

Todo comenzó cuando tenía cuatro años, cuando la madre la llevaba a varios desfiles de moda y todos alagaban a Kristina diciéndole que tenía un gran futuro como modelo. “Su madre decidió probar y pronto Kristie se dio cuenta de lo divertido que era, especialmente los desfiles”, dice en su perfil de Facebook.

Kristina se convirtió en una celebridad en las redes sociales, donde posee más de 2.000.000 de seguidores en Instagram y en Facebook. Allí la apodaron como “la nena más linda del mundo”.

De todas maneras, algunos críticos preocupados insisten en que la están “sexualizando”, y responsabilizan a sus padres por someterla, a muy corta edad, a un mundo muy competitivo y “poco sano”.