Tras el decreto que habilita la participación operativa de las Fuerzas Armadas en asuntos de Seguridad Interior, el presidente Mauricio Macri lanzó su plan para desplegar soldados en tareas de control de las fronteras. 

Macri habló desde Huacalera, en la provincia de Jujuy, ante los soldados que implementarán el Plan de Fronteras Protegidas, que implica la instalación de radares, el control aéreo y el polémico eufemismo de "apoyo logístico en general", para disponer la presencia de miembros en las comunidades locales para la "colaboración".

"La Ley de Defensa y la Ley de Seguridad establecen claramente que las Fuerzas Armadas no pueden hacer tareas de seguridad interior. La única excepción que pone es la cuestión del apoyo logístico o situaciones de crisis, que no son las que atravesamos", explicó la directora de Justicia y Seguridad del Centro de Estudios Legales y Sociales (CELS),  Paula Litvachky.

Las críticas desde el anuncio planteaban la inconstitucionalidad del decreto y ya que no especificaba bajo qué razones el Gobierno justifica el despliegue militar: las definiciones de "nuevas amenazas" y los máximos riesgos de la guerra contra el terrorismo y el narcotráfico.