El escenario fue una pañalera y los protagonistas un delincuente que se hizo pasar por un presunto cliente y la empleada del local que se resistió al asalto.

La cámara de seguridad del comercio captó toda la pelea donde la fuerza y la habilidad de la mujer para defenderse fueron demasiado para el joven que intentó robar el lugar, quien después de intentar infructuosamente doblegar a su adversaria, huyó aturdido por los golpes.