El fiscal de la causa, Diego Young, precisó que la única prueba para resolver el caso era la prueba de ADN, la cual no arrojó un resultado positivo ya que los genes de los gemelos son idénticos.

A su vez, informó que el violador actuó encapuchado y no había prueba complementaria. "Se detectaron un par de mentiras por parte del acusado, pero no alcanzó para condenar", agregó Young.

Luis Wagner estaba condenado, en otra causa, por dos violaciones a 9 años de cárcel. Las mismas tuvieron como víctimas a estudiantes y ocurrieron en julio y noviembre de 2010.

La primera fue el 7 de julio de 2010. Según la justicia, Wagner violó a una joven estudiante de Rosario del Tala, a la que golpeó y le robó pertenencias personales y dinero en efectivo.

El segundo caso de violación se registró el 17 de noviembre. La víctima fue otra estudiante de 22 años, quien fue interceptada en cercanías de Alem y Ereño, cuando el denunciado la obligó a subir a un Fiat Spazio color azul, patente WZK-511.

La joven fue amenazada permanentemente, llegando así al parque de La ciudad, donde la obligó a bajar mediante amenazas con un cuchillo. Consumado el abuso, el violador se fue del lugar en el auto, sin percatarse que testigos vieron su partida.

En esa ocasión, Wagner fue condenado en juicio abreviado, acordado por la fiscalía a cargo del doctor Diego Young y la defensora oficial Alejandrina Herrero, ante el Tribunal integrado por los vocales, Fabián López Moras, Mariela Di Pretoro y Marta Cristina Bonifacino.

Tras este juicio, se supo que había un tercer caso de abuso sexual a una joven, en este caso producido el 11 de mayo de 2010, en la zona de la Planta de Gas en acceso Uncal.

Las pruebas, ADN y testimonios, lo marcaron como responsable del hecho, razón por la cual se lo llevó a nuevo juicio ante los vocales Rubén Chaia, Fabián López Moras y Alberto Seró.

Cuando todo indicaba una severa condena contra Luis Wagner, el acusado presentó una insólita y sorpresiva defensa, acusó directamente a su hermano gemelo, destacando que en ese momento él se encontraba trabajando en un frigorífico.

Por falta de pruebas certeras, ya que el examen de ADN no fue suficiente, al término del mencionado juicio, Wagner quedó en libertad por absolución.