La caída de 4 mm de agua -con una tormenta inesperada de truenos y rayos-, resultó fundamental para ayudar al trabajo de los combatientes. Y si bien las condiciones meteorológicas no pudieron operar los cuatro aviones hidrantes dependiente del Servicio Nacional de Manejo del Fuego, el agua ayudó a controlar el fuego.

El intendente de Lago Puelo Iván Fernández pidió calma a los vecinos, saludó el descenso de la temperatura y la llegada de la lluvia, pero advirtió que no se puede festejar nada, “los bosques están de luto”. El parque nacional Lago Puelo está limitado en el acceso al público.

Desde allí se han montado varias líneas de agua provista por un par de lagunas. En coincidencia, otros 100 hombres afectados al operativo están haciendo fajas cortafuegos con herramientas manuales y motosierras para tratar de circunscribir el perímetro en el transcurso de esta semana.

"El fuego aún no está controlado, pero somos optimistas en dominarlo a la brevedad siempre y cuando nos ayuden las condiciones ambientales", graficó otro de los funcionarios consultados.

Este miércoles, volverá a utilizarse al helicóptero de Gendarmería Nacional con la premisa de seguir transportando brigadistas y equipamiento hasta la cumbre del cerro afectado por el incendio desde el viernes.

El incendio comenzó en forma intencional en el paraje El Desemboque y hasta el momento ha consumido unas 200 hectáreas de bosques nativos, donde predominan especies de coihues, ñires, radales y maitenes.