En un total de 258 muestras de hamburguesas analizadas en Estados Unidos se hallaron  dos casos en los que había restos cárnicos en productos vegetarianos; un 4.3% de los productos analizados contenían ADN de un patógeno, tres casos de ADN de ratas y un caso de ¡ADN humano!.

El estudio, que provocó gran revuelo, destacó que si bien la presencia de este ADN intruso es desagradable aunque "no tiene por qué ser dañino para la salud".

"Lo que muchos consumidores no saben es que algunas cantidades de ADN humano o de ratas pueden formar parte de un rango normativo aceptable", publicó el diario inglés The Independent, en referencia a fragmentos de uñas, piel o cabello que puede caer en la preparación. 

Y el informe destaca que es "Prácticamente imposible cultivar, cosechar o procesar productos crudos que estén totalmente exentos de algún elemento peligroso, algún resto de origen natural o algún defecto evitable".