La cabellera trenzada que todavía mantiene la forma como si estuviera sobre una cabeza fue hallada en 1839 cuando unos hombres trabajaban en la abadía de Romsey, al sur de Inglaterra. Según los arqueólogos, las manchas blancas que se aprecian entre el pelo son restos de cuero cabelludo.  

El episodio del descubrimiento fue relatado por un hombre llamado "J. Mayor" que señaló: "Comenzamos a trabajar con el pico y la pala, las herramientas apropiadas para excavar. Llegamos a un féretro. Se lo contamos al vicario. Quería saber si había huesos en su interior. En ese caso, no sería retirado. Intenté saberlo haciendo un agujero en la parte de arriba. Metí la mano en la parte de la cabeza y no encontré huesos, sólo el cuero cabelludo de una mujer, tan brillante como el que había visto en mujeres vivas. Había un hueso de un dedo que se pulverizó en cuanto entró el aire. Esta es una historia real del cabello y el féretro".

En el año 2000 un pequeño de siete años vio el misterioso pelo en una vitrina y la historia lo impactó tanto que decidió estudiar arqueología. Jamie Cameron cumplió con su objetivo y decidió investigar quién es la dueña de la cabellera. 

"Siempre hemos creído que era de una persona con un estatus importante porque había un féretro exterior y otro interior", planteó Frank Green, que es el consejero arqueológico de la abadía de Romsey. Mientras que el vicario del lugar, Tim Sledge, señaló que podría ser el cabello de alguna de las dos santas que estuvieron en el lugar: "Santa Morwenna, que fue la primera abadesa aquí, y Santa Ethelfleda, que es nuestra patrona". 

Hasta el momento los análisis del laboratorio arrojaron que había  "resina de pino en el pelo de esta persona" que marcaría que provenía del extranjero y la prueba de carbono reveló que vivió a mitad del último periodo de la era anglosajona.  Incluso los resultados muestran que la persona murió casi seguramente entre los años 895 y 1123. Para ser más específico, hay un 68,2% de probabilidades de que muriera entre 965 y 1045.

"Creo que a muchos les gustaría pensar que es Santa Ethelfeda", dice Green ; un hecho que gana fuerza al saber que la dueña de la cabellera tenía una dieta monástica. Aunque todavía no hay pruebas suficientes como para resolver el misterio pendiente desde 1839. 

Fuente BBC