"Hay otras posibilidades de vivir. Por eso queremos contar nuestra historia. No hay nada mejor que la libertad", dijo Viviana, de 58 años, en una entrevista a la agencia de noticias Télam.

La historia de Viviana y Andrea, que estuvieron internadas en el hospital neuropsiquiátrico porteño 17 y 7 años respectivamente, es realmente conmovedora.

Gracias a las leyes inclusivas de igualdad logradas en los últimos años, junto con el acompañamiento de la Defensoría General de La Nación, las mujeres podrán contraer matrimonio: un hecho antes impensado para ellas.

Las futuras esposas se enamoraron mientras estaban internadas y así lo relató Andrea: "Yo la miraba cuando nos encontrábamos en el espacio de actividades compartidas del hospital Moyano. Después, unas amigas nos presentaron. Nos miramos, nos abrazamos y nunca más nos separamos”.

Pero la búsqueda de la felicidad no fue fácil. Nada de esto podría haber sido posible sin la cooperación de la Dirección General de Tutores y Curadores Públicos de la Defensoría, donde los abogados María Adelina Navarro, Lahitte Santamaría y Eduardo Corneo actuaron como sus representantes.

“Gracias a ellos estamos acá, por eso los elegimos como testigos de nuestro casamiento”, comparte la pareja.

Según explicó la abogada: "Las leyes de Salud Mental y de Matrimonio Igualitario sustentan el logro en un caso único, ya que se da el cruce de las legislaciones y la exigencia de apoyo al gobierno de la Ciudad".

Las nuevas normativas referidas a Salud Mental abarcan estos temas, para que todas las personas tengan los mismos derechos y que los pacientes con tratamiento neuropsiquiátrico reafirmen su autonomía y su capacidad para la toma de decisiones.