Dado el incremento de casos de zika en territorio latinoamericano, Francisco planteó la posibilidad de utilizar métodos anticonceptivos como un "mal menor" antes que contraer la enfermedad.

"Paulo VI en una situación difícil en África (la guerra en el Congo Belga) permitió a las monjas usar anticonceptivos para casos en los que fueron violadas", explicó Francisco a los periodistas. Aunque inmediatamente aclaró que no hay que "confundir el mal de evitar el embarazo, por sí solo, con el aborto".

"El aborto no es un problema teológico: es un problema humano, es un problema médico. Se asesina a una persona para salvar a otra en el mejor de los casos. Va contra el juramento hipocrático que los médicos deben hacer", añadió el Papa.

Y explicó "evitar el embarazo no es un mal absoluto", pues "en ciertos casos, como en este, como en el que he nombrado de Paulo VI, era claro".

Sin embargo en pleno siglo XXI ante la posibilidad de contagio de numerosas enfermedades de transmisión sexual o el deseo de planificar una familia indicar que el preservativo es un mal- menor según el Papa- no deja de ser anacrónico.