El móvil iba por los caminos habituales que se pueden esperar cuando Eduardo Feinmann intenta "someter" a los estudiantes. Aunque esta vez, el ridículo fue el propio conductor.

Mientras el entrevistado sostenía su visión sobre las acusaciones que pesan sobre el profesor y actor, Miguel Ángel Porro, Feinmann desestimaba sus dichos sin mucha información.

El joven, conociendo el odio que el conductor tiene hacia su primo segundo, el filósofo José Pablo Feinmann, intentó pedirle a Eduardo que le recomiende otros autores, pero el periodista se limitó a atacar verbalmente a su familiar. Pero recomendaciones de lectura... nada.