A raíz de la muerte de Omar Chabán, el ex gerenciador del boliche Cromañón, que permanecía preso por la muerte de 194 personas en la fatídica noche del 30 de diciembre de 2004, los familiares de las víctimas visitaron Duro de Domar donde reclamaron justicia.

“En lo particular no tengo nada personal contra Chabán, porque nuestra lucha es por justicia y para que no se repita, y lo es siempre contra todos los responsables”, indicó Silvia Bignami, mamá de Julián Rozengardt.

“Pensar que la familia de Chabán tiene la posibilidad de velarlo, de enterrarlo, que no ha sido así para todos, y él ha tenido, en cierta forma, una vida que ha elegido, no eso lo que les ha pasado a nuestros pibes”, agregó la mujer.

Por su parte, Silvia consideró que “su muerte no lo demoniza, ni tampoco lo vuelve bueno”, y apuntó contra el por entonces jefe de Gobierno porteño, ya que disparó: “Nosotros hablamos de la responsabilidad evidente de Aníbal Ibarra, y sus funcionarios”.

“Una vez perdido gran parte de lo que amamos, además de esperar que los responsables vayan presos, nuestra pelea es por memoria, verdad y justicia en un sentido más amplio”, sostuvo la madre de Julián Rozengardt, víctima de aquella fatídica noche.

Por su parte, Santiago Morales, sobreviviente y hermano de Sofía, otra de las víctimas, contó: "Pensé 'se está muriendo el tipo que, por querer ganar dinero y querer ser el dueño de la cultura del rock argentino, mató a mi hermana"'.

“Muchas veces se lo quiere demonizar, pero era un tipo muy inteligente, que siempre tuvo el apoyo que necesitó”, precisó Santiago, y agregó: “La causa Cromañón, es la causa por la que los responsables estén presos, que se haga su debido proceso, y que no se repita”.

Para el hermano de Sofía, en la actualidad “las condiciones están dadas para que Cromañón ocurra de vuelta”, y disparó: “Hay una lógica que viene del Estado, con Aníbal Ibarra que permitió que la Ciudad funcione de esa forma, y ahora, con el gobierno de Mauricio Macri, la lógica es la misma”.