A los 94 años y con una vida dedicada a la lucha y la búsqueda de María Lourdes, su hija desaparecida, Josefina “Pepa” Noia falleció este lunes.

Pepa era una mujer muy querida, que creció en un conventillo, se ganó la vida cuidando chicos y había sido obrera textil. La desaparición de María Lourdes el 13 de octubre de 1976 junto a su compañero, la llevó, sin dudarlo, a salir junto con otras trece madres de desaparecidos, a pesar del miedo y la dictadura brutal, a la Plaza de Mayo para reclamar por sus hijos. Era el 30 de abril de 1977 y de ahí nunca abandonó su lugar. Fue el primer enorme paso para lo que luego serían las Madres de Plaza de Mayo.

La pérdida de Pepa es irreparable. De su hija sólo se sabe que estuvo secuestrada en la ESMA.

Pepa es velada en la Legislatura porteña desde las 10 horas en el mismo lugar .