Nancy pidió permiso para acercarse al acusado de haber asesinado a su hijo de dos disparos. La autorizaron y cuando lo abrazó lo miró a la cara y le dijo: "Sé que mentiste, pero yo te perdono como mamá de mi hijo". 

Este fue el diálogo entre Nancy López y Fabián Dos Santos.

–Yo te perdono como mamá de mi hijo. Solo vos y mi hijo saben lo que pasó. Sé que mentiste.
-Le pido perdón. No mentí, yo dije la verdad.
-Está todo bien.

Nancy lo tomó de la cara, luego de los hombros, y se abrazaron mientras ella repetía: "Está todo bien". "Yo salvé a mi hijo y salvé a mi mujer", le respondió Dos Santos.

El asesinato del hijo de Nancy se produjo el 5 de mayo de 2018. Esa noche Santiago Martín Vitale, de 32 años y uno de los siete hijos de Nancy, fue hasta la casa en la que Dos Santos era cuidador en la zona de quintas en las afueras de Necochea, presuntamente a buscar droga.

Pero el encuentro iba a terminar de la peor manera. Dos Santos le disparó dos veces a Vitale con armas distintas. Una de las balas dio en el cuello y otra en la cabeza. El acusado desvistió a Vitale, prendió fuego la ropa y tiró el cadáver en un descampado a cinco kilómetros del lugar.

Luego llamó al dueño de la casa y le dijo que había sido víctima de un intento de robo y que mató al ladrón. Su versión en el juicio fue que se defendió de un ataque de Vitale tras una discusión por la venta de una moto.

Dijo que ambos tenían un arma, que forcejearon, que se le disparó un tiro en el cuello de Vitale y que cuando este cayó desde el piso intentó dispararle, ante lo cual le dio el segundo tiro en la cabeza. Dos Santos dijo que en la casa estaban su hijo y su esposa y que tuvo miedo por ellos.

El juicio comenzó el martes. Las pericias y las pruebas no favorecían a Dos Santos, de 26 años y preso en la cárcel de Junín. El peritaje concluyó que el segundo disparo fue a quemarropa y Dos Santos dijo que Vitale tenía una escopeta, pero esa arma nunca se encontró.

Por eso, Nancy López le dijo que había mentido en el juicio. La Fiscalía y la querella que representa a la mujer pidieron que Dos Santos fuera condenado a 25 años de prisión por el delito de homicidio agravado por el uso de arma. La defensa del acusado solicitó que la condena sea por legítima defensa o por exceso en la legítima defensa.

Las partes terminaron sus alegatos y los jueces del Tribunal Oral Criminal 1 de Necochea preguntaron si alguien tenía algo para decir. Nancy, sentada junto a su abogado, levantó la mano y preguntó si podía acercarse al acusado, custodiado por agentes del Servicio Penitenciario Bonaerense. Los magistrados Mario Juliano, Luciana Irigoyen Testa y Carlos Herrera la autorizaron.

Si bien Nancy no cree en el arrepentimiento del asesino de su hijo esta satisfecha de su accionar: "Yo de mi parte cumplí y lo hice sinceramente, te puedo asegurar que más allá de que fue duro revivir eso, de que cada cosa que decían yo veía a mi hijo en la morgue, pude perdonarlo".

"Con rencor no podés vivir toda la vida, yo hago mi parte desde lo espiritual, de la justicia terrenal se encargan los hombres".

"Él mintió, dijo que mi hijo había tenido una lucha con él, que había ido armado, mi hijo le saca una cabeza a este chico, es una estrategia, pero no le echo la culpa a la defensa, yo sé que ellos se conocían", siguió Nancy, que admitió que su hijo tenía problemas con las drogas. "Los años que le den a mí no me lo van a devolver", expresó por último con la voz tranquila, refiriéndose al martes que viene, día en que dará a conocer la sentencia.

Por su parte el juez Juliano, tras la última jornada del juicio, escribió en sus redes sociales: "Hoy me tocó presenciar un hecho poco frecuente. Juicio oral y público por un homicidio. Finalizando la audiencia la madre de la víctima nos pide acercarse al imputado y previo señalar que lo que ella iba a hacer no tenía nada que ver con lo que se resolviese, dirigiéndose al acusado, le dice que pese a que no había dicho la verdad, ella lo mismo lo perdonaba y que le deseaba lo mejor en la vida. Tomó su cara entre sus manos, lo besó y después se abrazaron y lloraron juntos (la mayoría de los presentes también)".