Entre tantos homenajes en nuestro país y el mundo tras la muerte de Diego, en San Juan pintaron su imagen levantando la copa del mundo en la pared de un merendero para chicos.

La iniciativa fue del Club Atlético Juventud del Abanico de Pocito, dónde asisten a comer y jugar unos 50 chicos en situación de vulnerabilidad.

El pasado 18 de enero se terminó de pintar el mural y 26 minutos más tarde sucedió el sismo de 6.4 de magnitud en la escala de Ritcher que sacudió a la provincia.

Bellos milagros

"Terminamos de pintar el mural y teníamos un evento pensado para presentar donde íbamos a entregar juguetes para los chicos porque había sido Reyes en el mismo mes, pero como se nos hizo tarde decidimos pasarlo para el otro día", contó Ceferino Olivera a Pablo Amado para Tiempo de San Juan.

"Recuerdo que baje un balde pintura de la camioneta cuando empecé a sentir el temblor y todo comenzó a caerse. Fue terrorífico y pudo haber sido una tragedia por la cantidad de chicos que tendría que haber estado", reveló y consideró: "Por suerte la mano de Diego estuvo de nuestro lado".

Tras el sismo el merendero quedó totalmente destruido, solo unas paredes se salvaron, entre ellas la del mural del Diego Maradona. "El terremoto solo le arrebató la copa, como cuando se la quisieron arrebatar en el '90", dijo otro de los voluntarios.

Tanto el Club Atlético Juventud del Abanico como el merendero tienen un fuerte vínculo con el último club que transitó Diego Maradona: Gimnasia y Esgrima La Plata, que es padrino oficial de la escuelita de fútbol "Los Lobitos", donde asisten los mismos chicos del merendero.

Luego del terremoto y la destrucción total del lugar donde funcionaba el merendero, la asistencia social aumentó: ayudan a chicos y a adultos con cuatro comidas por día.