Los números son concisos e ilustran claramente cómo mutó la situación del sector: "De 30 ficciones que se producían en el primer semestre de 2013 se pasó a 22 en 2014, a 14 en 2015 y sólo a 6 en 2016", puntualizó una de las conclusiones de la discusión encabezada por Daniel Alvaredo, Alejandra Darín y Sergio Vainman, en el Congreso de la Multisectorial Audiovisual..

"Hoy, el trabajo en TV se redujo 57%", contabilizaron otros referentes que se dieron cita en el Hotel Panamericano. "El Gobierno eludió nuestra temática en la Resolución 9/16 del marco regulatorio" (derogación de la Ley de Medios Audiovisuales), lanzaron sus quejas desde las asociaciones relacionadas con la producción de ficción en cine y TV.

La crisis en la que está inmersa el sector de ficción nacional, se traduce en disminución y pérdida del trabajo local en medios de comunicación, redes y plataformas diversas. Mucho tiene que ver la decisión de los canales líderes de programar latas extranjeras, arrojando un total de cuatro tiras televisivas nacionales -de gran trascendencia- actualmente en pantalla: "Los ricos no piden permiso" (tira diaria), el unitario "Silencios de familia" (ambos en Canal 13), "La leona" (Telefé) y "El marginal" (TV pública).

Con la experiencia de su productora "El Árbol" y su participación en SAGAI (sociedad sin fines de lucro de actores independientes), Pablo Echarri disparó contra las cantidades de piezas nacionales que los canales deben emitir, estipuladas en la Ley de Medios arrollada por el macrismo: "No existen las cuotas que estaban en la Ley de Servicios Audiovisuales anterior, que fue derogada. Podría tomar ahora un subsidio para el desarrollo, porque no me piden concreción del producto final, pero si me anoto en el concurso después posiblemente no pueda terminar ese contenido ya que me será muy difícil conseguir un inversor cuando no sé por qué canal se podrá ver", explicó.

n la actualidad, Telefé tiene una programación con 70% de ficción enlatada: según expusieron referentes del sector los costos que implican las latas y las producciones nacionales, juegan en contra de los puestos laborales: las latas de horario central cuestan, por capítulo, entre 1.000 y 3.000 dólares, mientras que un capítulo de una producción nacional cuesta alrededor de 65 mil dólares. Las productores se ven enfrentadas con riesgos que los canales ya no quieren asumir.

"Cuando en el 94 o 95 peleábamos por la sanción de la ley del cine, sentíamos que teníamos un grave problema por la concentración de las majors. Comparado con lo de hoy, aquello era el paraíso, porque las majors no superaban el 55% de entradas vendidas y teníamos distribución independiente fuerte que hoy extrañamos", señaló Marcelo Piñeyro, de Directores Argentinos Cinematográficos sobre la situación del cine argentino.  

"Las audiencias han manifestado su preocupación por los contenidos en horarios aptos para todo público y se pide contribuir a la construcción de nuestras identidades. Nadie niega conocer la realidad de Corea, pero primero queremos conocer la nuestra", advirtió Cynthia Ottaviano desde la Defensoría del Público.

Mientras en el contexto internacional, Netflix marca un aumento de la producción de ficción, en nuestro país se da una extraña paradoja: "Nuestro fuerte son los contenidos culturales, pero ahora ha cambiado el paradigma. Nosotros hacemos el programa de filosofía "Mentira la verdad", y hemos tenido cuatro nominaciones a los premios Emmy, y ganamos el Japan Price, el premio más importante de TV cultural", indicó Maite Echave de Multata films.