Lo que parecía imposible, llegó. Que en las redes sociales se discuta una interna de Puán, es como llevar LAM a la Facultad de Filosofía y Letras de la UBA.

Pero Diana Maffia lo consiguió con una actitud de muy pocos códigos al sacarle una foto al pizarrón que dejó la docente de la clase anterior a la de ella, analizarlo despectivamente y subirlo a sus redes sociales después de burlarse y decir que en su propia clase lo había usado para mostrar como atrasan los análisis ‘progres’.

Si esperaba que se rieran o la aplaudieran, se equivocó de cabo a rabo, porque lo único que recolectó fueron críticas y acusaciones de buchona, gorra y buscadora de atención.