Los curadores del museo del Cairo, confesaron qué fue lo que pudo haber pasado. Al parecer, por durante la limpieza de rutina de la máscara de Tutankamón, un descuido hizo que su barba se desprendiera.

Por su componente histórico y el misterio que lo rodea, la máscara del faraón, de más de 3 mil años de antigüedad, es la atracción más importante del museo, que miles de personas visitan a diario. Es por ello que en lugar de llevarla a hacer el tratamiento correspondiente, apelaron a un pegamento de contacto rápido.

Es que la orden de los superiores fue que la máscara se reparar lo antes posible. Es por ello que los curadores, quienes no quisieron dar su nombre por miedo a represalias, indicaron que utilizaron un pegamento que no era apto para ese tipo de tareas.

Esto fue lo que hizo que la barba de Tutankamón no quede pegada de manera correcta y se note una separación que los egipcios se habían preocupado por no dejar.

De hecho, para quitar los sobrantes del pegamento epoxi, uno de los encargados del trabajo raspó con un elemento cortante el mentón dorado de la famosa máscara.

Una mancha que no se borrará de la historia del joven faraón.