En evidente estado de ebriedad el bicicletero platense corrió a un cliente que iba a retirar su rodado asegurando que nadie había ido ese día a dejarle una bicicleta.

El dueño de la bici playera grabó el episodio con su celular y luego recurrió a la policía que lo ayudó a recuperar lo suyo.

Un empleado del bicicletero confirmó que había estado bebiendo y hasta dijo que era algo habitual.

Afortunadamente esta vez nadie salió herido.