Aunque aún es materia de investigación, aparentemente el grupo de asaltantes tenía información de que dentro de la iglesia había mucho dinero.

Según las primeras pericias las cuatro asaltantes que entraron por el techo de la iglesia eran ayudadas desde afuera por otra persona. Al cura lo dejaron maniatado y una vez que los asaltantes se fueron salió a pedir ayuda a los vecinos.

Además de robarle el auto, el cáliz y un millón de pesos también se llevaron un arma que presuntamente el cura guardaba desde que se retiró de la policía bonaerense donde llegó a ser comisario mayor.