El video no permite entender cuál fue el tono de la conversación, ni si existía una inquina anterior. Pero se puede ver cómo el hombre detrás del mostrador trata de evitar el conflicto y se escuda ante los proyectiles que le arroja su oponente.

Hasta que al final no puede evitar entrar en una pelea porque el agresor directamente se mete en su espacio disparando golpes. 

Lo inesperado, es como el recepcionista lo muele a trompadas, dejándolo groggy hasta que es rescatado por su pareja.