Investigadores de la Universidad de Auckland lograron develar qué colores de autos están vinculados con una mayor siniestrabilidad; en concreto, cuáles son los tonos más proclives a sufrir accidentes de tránsito.

En principio, el estudio especifica que los vehículos pintados de marrón, negro y verde sufren más colisiones que los de color gris, rojo o amarillo, señalando que los oscuros están más expuestos a los accidentes porque, básicamente, se ven menos.

Además señala que, en comparación, las unidades gris plata tienen 50 por ciento menos de probabilidades de participar de un siniestro que las blancas, rojas y amarillas.