Dos jóvenes de 19 y 20 años fueron detenidos en las últimas horas acusados del asesinato del diácono Guillermo Luquín, ocurrido el domingo pasado en su casa de Temperley, informaron fuentes policiales.

Según publica un artículo el diario Clarín, Eduardo, sobrino de Luquín, advirtió la ausencia de su tío a la misa del domingo por la mañana. Por tal motivo, fue hasta su vivienda ubicada en Bombero Ariño de Lomas de Zamora para saber qué había sucedido. 

El joven ingresó a la casa de su tío debido a que éste no atendió la puerta. Cuando estaba adentro halló el cuerpo de Luquín envuelto en sábanas y con sangre alrededor, por tal motivo llamó de inmediato a la Policía.

Cuando los peritos llegaron al lugar constataron que el hombre estaba sin vida y tenía un importante corte en el cuello. La muerte del diácono, quien trabajaba en el Banco Provincia, está llena de interrogantes ya que las cerraduras e ingresos a la vivienda no estaban forzados y no faltaba ningún elemento en su hogar. Es por ello, que los investigadores han descartado la hipótesis de robo.

Según las primeras informaciones, el hecho se habría producido durante la madrugada del domingo. Se esperan los resultados de la autopsia que podrían arrojar más datos que echen luz al caso. La oficina fiscal N° 6 de Lomas de Zamora está a cargo de la investigación.