El cuerpo de Melina Romero -quien había salido a bailar para festejar sus 17 años y nunca regresó a su casa- fue encontrado el 23 de septiembre pasado, exactamente un mes después de que se produjera su asesinato.

Hoy por hoy, la investigación tiene tres jóvenes sospechados de ser los autores materiales, una testigo con declaraciones contradictorias y un líder espiritual -"pai"- de la comunidad umbanda mencionada en los testimonios, para quien ya ordenaron un pedido de captura.

Melody, la testigo

La adolescente aseguró haber presenciado el asesinato de Melina, detalló que vio cómo golpearon a la víctima, la violaron, introdujeron su cuerpo en una bolsa y después dejaron su cuerpo cerca del arroyo.

En su relato involucró a los tres jóvenes detenidos y a César, un pai umbanda que se presentó como "el padre del corazón de Toto". Sin embargo, se presentaron algunas contradicciones: primero, había asegurado que el cuerpo de Melina había sido arrojado desde un puente, sin embargo en una declaración posterior, describió cómo los sospechosos pusieron en una bolsa a la adolescente, la transportaron en un auto azul oscuro, la arrojaron cerca del arroyo y finalmente rodó hasta llegar a la orilla.

En un primer momento había marcado a la casa de Toto como la escena del crimen -donde además hay un templo umbanda- pero más tarde, ratificó que los hechos se dieron en el hogar de César.

Joel Fernández, el "Chavo", primer detenido

El joven que primero cayó en manos de la policía el 11 de septiembre, se quebró y confesó el crimen, involucrando a Elías "Narigón" Fernández y Toto. También marcó a una casilla del barrio Escalada como la escena del crimen, el cual fue allanado y fue detenido su dueño, el "Pelado" Javier Rodríguez.

Su abogado, Sergio Doutres, aseguró que el joven fue obligado a formular su declaración bajo torturas y amenazas. Por lo que en su declaración frente a la fiscal María Fernanda Billone, negó la autoincriminación y aseguró que la noche que desapareció Melina se quedó en su casa de Billinghurst junto a su familia.

Melody lo ubicó en la escena del crimen: "Joel (Fernández) también le pegó, pero no tanto". Inlcuso la joven le escribió una carta que trascendió en los medios hace unos días: "Aunque te duela, tenés que decir la verdad. Yo se que vos no violaste ni mataste".

El "Chavo" declara este jueves en los Tribunales de San Martín, y según se desprende de la táctica de la defensa, negará haber estado en el boliche "Chankanab" la noche que Melina desapareció.

Toto, uno de los señalados

El joven de 16 años fue marcado por Joel y Melody, como golpeador y violador de la fallecida. La jueza de Garantías del Joven Primera de San Martín, María Eugenia Arbeletche, dictó su prisión preventiva el pasado 22 de septiembre, decisión confirmada por la Cámara de Apelaciones por considerar que existen "riesgos procesales".

Esta semana se deben realizar pruebas de laboratorio a todos los elementos que fueron secuestrados en la casa del menor, entre los que se encuentran sábanas, remeras y cuchillos.

"Si no hay ADN de la chica fallecida se cae la imputación", aseguró su abogado, Jorge Novarese.

Elías Fernández, el "Narigón", otro apuntado

Joel y Melody señalaron al joven de 18 años como responsable del asesinato y la violación de Melina: "Toto y Elías la cagaron a palos, como en una pelea callejera. Melina cayó al piso toda ensangrentada", aseguró la joven. También declara este jueves ante la fiscal Billone.

Javier Rodríguez, el "Pelado"

El hombre de 44 años fue detenido tras el allanamiento de la casilla en la que vivía, la cual supuestamente fue marcada por el "Chavo", quien después aseguró que fue presionado por la policía para acusar a Rodríguez.

El sospechoso no fue reconocido por la principal testigo del caso y no tenía ninguna relación con los otros detenidos. Este miércoles, la fiscal del caso, María Fernanda Billone, le otorgó la libertad por "falta de méritos".

César, el "pai"

Melody involucró a un hombre que se presentaba como “el padre del corazón de Toto” y aseguró que él también participó del asesinato de la adolescente de 17 años.

La testigo aseguró que a Melina la asesinaron en la casa de César, a quien describió como gordo, que mide aproximadamente 1.75 y tiene el pelo rapado oscuro con algunas canas.

Según explicaron los abogados de los detenidos, la joven reconoció al sospechoso y dijo que es un personaje que después del crimen apareció en la televisión hablando de la religión umbanda y que se hace llamar Pai Cesar de Xango.

"Si yo veo algo así y me muero. Los denuncio a todos", dijo ante las cámaras de TV sobre la acusación que lo ubica como partícipe del crimen.